domingo, 4 de noviembre de 2018

Jane Eyre (cap. 11-15)

Jane Eyre llega a Thornfield, a ser la institutriz de una niña. Cuando llega a la casa, se encuentra a una señora mayor, muy amable y acogedora, llamada Mrs. Fairfax, la ama de llaves. Conoció a la niña a la que iba a impartir clases, llamada Adele; solo hablaba francés, pero Jane, gracias a las clases tomadas con Madame Pierrot, por lo que la pudo entender perfectamente.
Pasaron los meses y Jane se aburría allí. Un día, salió de Thornfield, hacia un pueblo que había cerca de allí para hacerle un favor a Mrs. Fairfax, donde se encontró con un hombre que acababa de caerse de su caballo, acompañado de un perro. Ella le ofreció su ayuda, pero al principio la rechazó, hasta que más tarde la aceptó. Jane volvió a la casa, donde encontró al perro que había visto anteriormente, y se dió cuenta de que el amo de la casa, el señor Rochester, era el mismo al que había ayudado al caerse del caballo.  Jane y el señor Rochester solían charlar mucho sobre sus vidas, se contaban historias... Un día, el señor Rochester le contó a Jane la historia de Adele. Adele era la hija de una bailarina de la que el señor había estado enamorado, y ella le hiciera creer que también simplemente por su dinero. Una noche, se enteró de que la bailarina le había estado siendo infiel, por lo que el señor Rochester la dejó, y se batió en duelo con el amante de ella, al que dejó herido. Más tarde, se enteró de que la bailarina había abandonado a un bebé, y él decidió adoptarla aunque sabía que no era suyo.
Una noche hubo un extraño incendio en la casa, del que solo se enteraron Jane y el señor Rochester.

Lucía Patiño Rodríguez

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