miércoles, 5 de diciembre de 2018

JANE EYRRE (32-38)

Tras haber comenzado su trabajo en la escuela, Jane se siente feliz, le gusta enseñar a las niñas, la mayoría de las cuales son muy educadas y aprenden rápido. Todo es normal hasta que un día, Saint Jonh le entrega una carta en la que se le comunica que su tío, que vive en Madeira, ha fallecido y le ha dejado toda su fortuna, veinte mil libras como herencia, por lo que ahora Jane es rica, lo que no la hace del todo feliz. Sin embargo, además de recibir la noticia de que es la heredera de tal fortuna, Jane también se entera de que está emparentada con el señor Rivers y con sus hermanas, Diana y Mary, ya que estos son sus primos. Una vez enterada de esto, Jane decide repartir la fortuna en cuatro partes iguales, dejar de trabajar y dedicarse a mejorar la casa de sus amigos y primos, donde vivirán durante un tiempo.

Tras un tiempo de convivencia, Saint Jonh Rivers, le pide a Jane que le acompañe a la India, sin embargo, este viaje deberá realizarlo como su esposa, a lo que Jane se niega. Rivers insiste en repetidas ocasiones, en una de las cuales, cuando nuestra protagonista está a punto de aceptar, le parece escuchar la voz del señor Rochester llamándola, por lo que decide ir en su busca, dejando que su prima emprenda el viaje a la India sin compañía alguna.

Cuando llega a Thornfield, Jane se encuentra con que la casa ha sido destruida en un incendio provocado por Bertha Mason, en el cual esta perdió la vida y el señor Rochester salió gravemente herido, perdiendo una mano y la vista. Este hecho carece de importancia para Jane, que decide ir a buscarle para, esta vez, cuidarle y quedarse con él.

Tras poco tiempo se casan y, tras unos años, el señor Rochester comienza a recuperar gradualmente la vista.

Después de unos años en la India, Rivers muere en ese país.


Sandra Beiro Gión - 1º BACH B




                                                             



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