Cien años de soledad (11-20)

A su regreso de la guerra, el coronel Aureliano se dedicóa la platería y siempre se le veía en el laboratorio de Melquíades. Una tarde, el coronel se encontró con 17 hombres que lo reclamaban como a su padre, quienes se dedicaron a recorrer el pueblo y a disfrutar de los placeres de sus mujeres. Uno de ellos, Aureliano Triste llegó a la casa donde había vivido José Arcadio y  se encontró con Rebeca que le apuntaba con el rifle.

Aureliano Triste había heredado el gusto por las empresas casi imposibles pero era afortunado en los negocios y, una buena tarde, decidió llevar el ferrocarril a Macondo.

El pueblo se llenó de gente nueva, los gringos se habían asentado en Macondo para explotar la tierra, el banano; y el resto de la gente había llegado Macondo atraídos por las historias que se contaban del pueblo. Mientras el coronel vivía enojado por la invasión, Aureliano Segundo estaba feliz de relacionarse con gente nueva y vivir en una constante fiesta. A Remedios todos los hombres que la miraban se morían de amor por ella, hasta que un día salió volando con una sábana. El coronel decidió acabar con los grincos y le pidió ayuda a Gerineldo Márquez, pero este se negó. Aureliano Segundo seguía siendo más feliz en los brazos de Petra y sólo volvía a la casa cuando sus hijos volvían de vacaciones. Aureliano Buendía pasaba todo el día recluido en el laboratorio, trabajaba en la platería. Una noche, Fernanda pidió ayuda a la policía para capturar un ladrón de gallinas que estaba en la parte trasera de la casa. De repente, se oyeron unos disparos y Mauricio Babilonia cayó muerto dejando a Meme, hija de Fernanda, esperando un hijo suyo, el cual pasó tres años de su vida encerrado en el laboratorio de Melquíades. Una mañana Amaranta anunció su muerte y se acostó en su lecho hasta que cerró los ojos. 

Llovió durante 4 años 11 meses y 2 días en los que murió Gerineldo Márquez. Aureliano Segundo va a casa de Petra Cotes, por unos canales que se tuvieron que excavar, quien le reclama a Aureliano no haber acudido a sus llamados. Rebeca murió a finales de ese año. José Arcadio Segundo se murió mientras hablaba con su hermano, quien dejó de respirar pocas horas después.Santa Sofía de la Piedad se fue de la casa y abandonó a Aureliano con Fernanda.

Al regreso de Amaranta, Aureliano le confesó a Nigromante, una muchacha con la que osaba muchas noches, que estaba enamorado de ella. Un día, Aureliano entró en la habitación de su tía y lo que empezó en un forcejeo de resistencia terminó siendo un acto de amor y pasión.

Amaranta le escribió una carta a su marido diciéndole que estaba enamorada de Aureliano, y él les deseó lo mejor. Cuando nació su hijo, Rodrigo, le vieron una cola de cerdo que después le quitarían.

Amaranta murió tras varios días desangrándose, Aureliano no le hacía caso a su hijo y finalmente descubrió que su familia había estado condenada a 100 años de soledad.